Selçuk-Éfeso

Hemos llegado a Selçuk, ha sido un viaje largo pero muy cómodo, viajando en un moderno autobús es normal claro esta. Viajamos toda la noche para llegar por la mañana y tener más tiempo para montar las bicicletas y buscar un lugar para dormir. A partir de aquí decimos adiós a los autobuses, aviones y demás cacharros mecánicos y pasamos a depender de nuestras piernas, con eso contamos al menos. A la llegada nos pusimos rápidamente a montar las bicletas ante la mirada incrédula de los parroquianos que poco a poco se iban congregando a nuestro alrededor. Cada vez que levantaba la cabeza me encontraba con el mismo niño de mirada curiosa y siempre movía la cabeza afirmativamente y con el dedo gordo en alto dando me a entender que estaba todo bien. Hora y media nos llevo montar ambas bicicletas y poco más de media hora encontrar una agradable pensión para pasar la noche.
Selçuk destaca por estar muy cerca de Éfeso. Éfeso es una de las maravillas del mundo arqueoligico, es la ciudad clásica mejor conservada del mediterraneo oriental, solo el 33% de su totalidad ha sido excavada. La antigua Éfeso fue una gran ciudad comercial y un centro de culto a Cibeles/Artemisa, la diosa anatolia de la fertilidad. Cuando los romanos tomaron el poder y formaron la provincia de Asia, la ciudad se convirtió en capital provincial romana.
A pesar de las lluvia, el viento y el frió pasamos el día entero en estas impresionantes ruinas.
Aqui en Selçuk quedaremos un dia más en la agradable y económica Kiwi Pension, Alison la propietaria Inglesa y Dorothy nos han tratado fenomenal y nos da pereza marchar.
Un lugar muy recomendable para todo aquel que se acerque por la zona.
Solo queda empaquetar, ajustar las bicicletas y emprendemos de nuevo la marcha hacia Pamukkale a unos cuantos dias de aqui.
Mili y Machus desde Selçuk.