Desde el comienzo de esta aventura, hemos recibido el apoyo y los animos de muchos/as y nos gustaria tener los correos de todos para poder agradeceros personalmente al menos una vez. Todo aquel que este interesado por favor enviar vuestro correo a milin1969@gmail.com

domingo, 17 de enero de 2010

Después de un pequeño descanso en Dharamsala, una trampa para turistas y buscadores de espiritualidad rapida, nos dirigimos a Rishikesh, otra trampa para turistas, y buscadores de yoga express en cursos de 3 días. Ambas ciudades comparten las mismas características: turistas, muchos vendedores, shadus fumados y buscavidas. De Rishikesh nos lanzamos a Haridwar, una de las ciudades más sagradas de India. El Ganga a estas alturas aún baja relativamente limpio. En Haridwar, desgraciadamente de nuevo, sufrimos con la densa contaminación, suciedad y la mugre que abunda por todas partes.

En esta mugrienta ciudad, nos vemos obligados a parar un día. Una severa intoxicación me sube la fiebre a 40ºc. Una noche infernal, con Machús cuidándome toda la noche, antibióticos, paracetamol y un día en la cama son suficientes para poder levantarme y seguir la marcha. La carretera en mal estado, la contaminación atmosférica, el peligroso tránsito de vehículos y la densa niebla son suficiente disculpa para coger un taxi hasta Banbasa. Pasamos la noche en vela de viaje en taxi con las ventanillas abiertas, un conductor suicida nos lleva hasta Banbasa, ultima ciudad de India. Aquí esperamos tres horas bajo un tendejón tomando te hasta que abre la frontera. Pedaleamos con el nuevo día hasta Nepal, dejamos la locura de India y nos adentramos en la apacible Nepal. Un país pobre, rural, con poco trafico y de enorme belleza. Los días y los kilómetros van pasando. Cruzamos extensos arrozales y el Parque nacional de Bardia, una increíble jungla que nos regala aves del paraiso, venados y gran cantidad de monos.

Según nos acercamos a la capital el trafico aumenta y también el peligro y los precios. Adiós a los apacibles días. La contaminación de nuevo se hace dueña del ambiente y la ultima jornada se convierte en una desesperada carrera contrarreloj para llegar a Katmandu. Un duro y peligroso puerto nos pone las ultimas fuerzas y los nervios a prueba, pero a pocos kilómetros una impactante imagen nos paraliza primero y hace que nuestra percepción de la realidad y nuestro sufrimiento y angustia se transforme en vergüenza, congoja, impotencia.....

La noche cae y a Katmandu llegamos exhaustos, la contaminación ahoga nuestros pulmones, ciega nuestros ojos y aun nos quedan siete kilómetros, pero jugamos con ventaja, Katmandu es una vieja conocida y llegamos al barrio de Tamel sin grandes complicaciones.

Llegada al hotel, ducha rápida, cena y lo demás es historia........

Seguiremos informando, aun quedan muchas historias que contar, mañana visitaremos la clínica de Shechen.................

Gracias a todos, todas, niños, mayores, ancianos, marcianos, amigos, no tan amigos y familiares que nos han seguido y apoyado a lo largo de este apasionante recorrido atravesando diez paises por una de las zonas mas difíciles del mundo.

Gracias a los que nos siguieron en silencio.

Gracias a los que nos apoyaron con sus comentarios, en muchas ocasiones pedaleábamos con mas ganas y fuerzas para poder llegar y leer los mensajes de animo.

Gracias a los que creyeron en nosotros y en nuestra honestidad.

Gracias a los que no creyeron en nuestra honestidad, ahora queda rectificar en silencio y aprender algo.

Gracias a BH, GIRO, INVERSE, KARRO-O, DEPORTES MORAN, MACARIO, TRANGO WORLD y GARAJES PACO.

La historia continua.................



14 comentarios:

Pablo Bronx dijo...

Gracias a los dioses habeis llegado sanos y salvos (menos por ese empaste de Machus). Felicidades por haber hecho realidad lo que muchos solo hubieran soñado.

Volver pronto.

Anónimo dijo...

¡Que bonito! ¡Que sueño!

Anónimo dijo...

Bluetomate se alegra mucho, que digo muchisimo de todo lo que os ha pasado.Felicidades

Unknown dijo...

enhorabuena!!! espero que ahora todo sea pasarlo bien como recompensa de todo lo sufrido. os echo mucho de menos.tengo muchisimas ganas de veros. bss

Anónimo dijo...

¡Venga! ¡Que no se diga...!
Ahora la vuelta andando.

Enhorabuena y seguir disfrutando

Abrazos, Esteban.

loli dijo...

Si en algún momento alguien dudo de que ibais a lleagr sería el dentista que le puso el empaste a Machús. Aquí sólo hablábamos de si volveríais andnado, corriendo o ya puestos en una rueda para ahorrar goma. Sois unos campeones. Take care, Hurry home!!

Rad dijo...

Enhorabuena por vuestra gesta, espero que disfruteis de la experiencia y tengais una vuelta a casa tranquila y plena de buenos recuerdos.

Rodrigo dijo...

¡Enhorabuena¡

Anónimo dijo...

Bravo, sin palabras.
Solo deciros que me muero de ganas de ver ese audiovisual, y a vosotros claro.
Un abrazo,
Bene y Silvia.

160 dijo...

como que se acabó, yo no he oido a machus ni a milin que se acabó( de hecho a machus no la he oido). Este es sin duda el comienzo de una gran......nueva aventura ( con escala en Gijón ).Con la maleta que tendreis que usar a la vuelta de amigos, recuerdos, expediencias, paisajes,......vais a necesitar el baul de la Piqué. Besazos

Anónimo dijo...

Nos unimos a las felicitaciones, y a la admiración que se siente por vosotros. Y como no, tambien tenemos ganas de veros. Hasta pronto, besos...


Raúl, Luisa y María

pardenomadas dijo...

Enhorabuenaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!

Estamos muy contentos que hayáis llegado a Katmandhu...

Supongo que a vosotros os habrá pasado como a nosotros nos pasó cuando llegamos a Ushuaia, se supone que debes estar muy contento por haber conseguido el sueño, pero por alguna razón sólo se siente tristeza...

ya nos contaréis...

un fuerte abrazo

ana+alberto
www.pardenomadas.com

Antonia dijo...

Que gran satisfación tendréis en los cuerpos.Felicitaros, mi respeto y admiración por llegar a lo que uno se propone.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Enhorabuena priminos!!!!me alegro un montón de que uno de vuestros sueños sea ya realidad. Espero que descanseis un poco y tengais una vuelta tranquila.
Os quiere mucho, Maria.