Ankara: tira los dados echalos a rodar, mueve peon aprieta el culo y da pedal.

Después de consultar los posos de Çay decidimos pedalear hasta Kayseir y desde allí coger un bus para Ankara. Nos despedimos de nuestros nuevos amigos Bea y Gary dos suecos que planean dar la vuelta al mundo por los lugars mas inhospitos del planeta. Hemos echado los dados a rodar y debemos solicitar los visados de Uzbequistan y Tajikistan en la capital para así acortar los plazos de espera en Tehran. Ilusos de nosotros pues no sabemos lo que nos espera a la vuelta de la esquina. Después de pedalear 74km llegamos cansados de Kayseri, lo primero es buscar un lugar para guadar las bicicletas. Probamos en la estación de autobuses sin grandes resultados y decidimos buscar un hotel que acepte guarda las bicicletas, la cosas se complica. Los hoteles son caros y algunos nos piden pagar dos noches. Cansados ya de buscar paramos a cenar un Tavuk Kebab. La fria noche cae sobre la ciudad y nuestras fuerzas flaquean. Preguntamos en el chiriguito y dos señores se acercan para ofrecer su ayuda, nuestros angeles de la guarda acaban de entrar por la puerta, hablan ingles y se ofrecen a guardar las bicicletas en su oficina. Mehmet Sefranti el dueño de una empresa de importacion Turco - Holandesa nos guia con su enorme mercedes hasta su oficina, aqui guardaremos las bicicletas por dos dias. Una vez resuelto este problema nos encontramos viajando a toda velocidad en su coche hasta una zona segura donde podremos esperar el Autocar sin problemas. A las doce cogemos el bus y hasta Ankara pasaremos la noche en un duerme vela.

Llegamos a Ankara a las cinco de la mañana. Pero esto es otra historia.

Debemos tantas cosas a este pueblo que nos vemos en la obligacion de seguir contando cosas de este ogulloso, simpatico y amable pueblo.