Gilgit Islamabad

El sol calienta, la ciudad de Gilgit hace tiempo que despertó, son las ocho de la mañana y lentamente desperezamos del reparador sueño de la noche. Nos pegamos una ducha y empaquetamos antes de desayunar. A las diez de la mañana nos despedimos de Gilgit bajo un intenso fuego de mortero, la gente del lugar acostumbrada a estas situaciones ni se inmuta, cosa que no se puede decir de nosotros, ya que tal situación nos pone más que nerviosos y solo nos queda pedalear con más fuerzas si se puede. Media hora más tarde dejamos de escuchar tan inquietantes detonaciones y nos sumergimos en la paz del valle, nos dejamos envolver por las sublimes montañas que nos rodean. Hoy es nuestro último día en el Karakorum, ya que cruzamos el crítico punto donde la placa asiática choca contra la placa índica. Es en este punto donde tres de las cordilleras más importantes del mundo se forman. El Karakorum, el Himalaya y el Hindu Kush pugnan en fuerza y belleza. En un solo día pedaleamos por el Karakorumm, el Hindu Kush y finalmente el Himalaya.

El Nanga Parbat también conocida como la montaña asesina o Diamir nos impresiona con su blanca y alargada cumbre y crestería, sin embargo nos decepciona no poder fotografiar su total belleza por falta de nitidez y no contar con la adecuada luz. Según bajamos hacia el Hindus Khoistan percibimos de manera muy sutil que no somos del todo bien recibidos, muchos de los tertulianos desperdigados por los pueblos se quedan mirando con cara de pocos amigos, sin contestar a nuestros saludos. Algunos niños nos reciben con pedradas, contestando de la misma manera ya que en más de una ocasión me bajo de la bicicleta espantándolos con un “Me cago en” y un “Santiago y cierra España” Los pobres con ojos de pánico al ver a un energúmeno en traje apretado de licra y gritando como un poseso, salen despavoridos de terror.

Seguimos nuestro camino hacia Chilas city, lugar donde damos por concluida nuestra visita por la zona norte. A partir de aquí, nos aconsejan coger un autobús para evitar posibles ataques de bandidos, talibanes o ambos a la vez. A partir de ahora nos tenemos que conformar con disfrutar del paisaje desde el metálico y bamboleante carruaje. El entorno lejos de empeorar nos impresiona por lo escarpado del terreno, lo imposible del trazado de la carretera y lo inaccesible de sus pueblos. En algunos tramos somos escoltados por policías en moto, esto quiere decir, uno conduce y el otro monta de paquete llevando la ametralladora detrás. Nos comentan que esta zona es increíblemente pobre, cosa que constatamos por nuestra cuenta. Las mujeres como en la mayoría de Pakistán carecen de derechos, pero aquí no tienen acceso ni a tratamientos médicos ni a la educación. Tristemente Pakistán es un país que tiene a sus mujeres secuestradas. Tristemente no se ven mujeres en las calles. Tristemente las que se ven van tapadas de pies a cabeza y eso que teóricamente no es obligatorio. Tristemente y sin saberlo el hombre sufre los daños colaterales de su estúpida tradición y su errónea interpretación del Corán. Tristemente, esta sociedad debido a su alegre carácter podría ser una sociedad abierta, igualitaria y alegre pero, no lo es.

TRISTEMENTE la mujer pakistaní esta raptada y permanece prisionera en su casa.

Siguiendo con nuestro rumbo y tras 16 horas de minibús llegamos a las 1:30 a Rawalpindi. Encontramos un antro de medio pedo,con la cama recién usada, restos de manzana ,unas zapatillas ,un cinturón debajo de la cama y demás mierda por el suelo.Aquí pasaremos lo que nos queda de noche hasta poder salir y explorar la ciudad. Tenemos que solucionar nuestros problemas burocráticos con India.A la mañana siguiente, después de una loca carrera en camioneta, llegamos a Islamabad y a nuestro nuevo y más decente hotel.

Mañana nos toca visitar el alto comisionado de India y solucionar nuestra extensión del visado.

-Inch Alha, o como dicen en casa Ojala que es lo mismo que si Dios quiere.

Como dicen por aquí, - No problem mister Pakistan is safe, no taliban here, Islamabad very very safe Sir.

P.d. Para aquellos que quedaron inquietos con el fuego de mortero, solo decirles que era un campo de tiro del ejercito.

Para aquellos que quedaron inquietos con los niños Taliban, solo decirles que tenían entre 3 y 12 años, parece ser que tirar piedras es muy corriente incluso se tiran piedras entre ellos, y razonablemente es mas interesante tirar piedras cuando tienes dianas móviles.....