La frontera de Turkmenistán se acerca, no como habíamos planeado pero se acerca, que es lo importante. Debido a las complicaciones con la extensión del visado iraní y los complicados trámites con los demás visados, el tiempo ha corrido en nuestra contra, también hay que mencionar que Ali tuvo mucho que ver con todo esto. Sus constantes cuidados y atenciones nos hizo bajar la guardia, sentirnos demasiado cómodos. Esto no quiere decir que hayamos perdimos el tiempo, no señor, fue aprovechado para viajar a lugares históricos de Irán, aprender mucho de historia, religión y política y también para reponer los kilos perdidos por el camino. De esto último se encargo Alí, el mismo sufrió un aumento de peso, nosotros solo contribuimos con dos días de ensaladilla rusa. Dicen que cuando uno habla de cosas importantes le entra el apetito, pues debimos de hablar de asuntos más que importantes ya que no hicimos otra cosa que hablar y comer. Volviendo al asunto principal nos vemos obligados a tomar el horrible autobús a la ciudad santa de Mashad. De aquí en adelante retomamos las bicicletas hasta Sarahks, un pueblo fronterizo que nada bueno augura, como ningún pueblo fronterizo.
Tan solo 200 km separa Mashad de la frontera y esta sera la última oportunidad para conectar hasta al menos dos semanas, o eso tememos.
Hace unos meses conocimos a una pareja de Suizos en la Capadocia y quedamos para atravesar el Pamir juntos. Las vueltas que dá la vida nos lleva de nuevo a casa y la posibilidad de coincidir con ellos se esfuma, ellos llegarán mucho antes y nosotros no sabemos tan siquiera si volveremos. Antes de retomar este peregrinar por Asia central nos llega un correo inquietante de nuestros amigos, están de vuelta en casa, en la noche del 17 de Junio fueron atacados y robados por cinco hombres con piedras y palos. Nos comentaron que acampaban en el lugar equivocado en el momento equivocado. El resultado de todo esto fueron heridas leves, todo el material robado y lo más grave las heridas psicológicas sufridas. Su consejo fue claro, no acampéis en zonas fronterizas y eso haremos.
Cautelosos como ratones en la morada del gato pedalearemos con ojo avizor escrutando el horizonte en busca de peligros evitables.
Mashad es el centro religioso más importante del país, aquí reina claramente el fanatismo islámico y el corrupto gobierno saca partido de su fuerza aqui. Esta enorme y contaminada ciudad de más de tres millones de habitantes recibe otros doce millones anualmente, concentrándose el mayor número en verano. Se dice que es la meca del pobre. Desgraciadamente la mayoría del los lugares estan vetados para los no musulmanes, cosa que resulta bastante frustrante. Los exteriores aunque enormes, no merece la pena desplazarse solo para visitarlos. Tras más de tres agotadoras horas intentando encontrar un lugar para dormir y con las fuerzas al limite nos tropezamos con Vali un excéntrico comerciante de alfombras que también proporciona comida y cobijo a muy razonables precios. La morada no es gran cosa, aquí uno no puede esperar el más mínimo lujo o comodidad pero el ambiente es verdaderamente relajado, familiar y la comida deliciosa y abundante. Aprovechando la estancia en Mashad decidimos visitar el pueblo de Kang. Vali nuestro guia por un día nos llevo a visitar este apartado pueblo que vive, a excepción de la electricidad, como hace ochenta años en España. Un lugar recomendable para aquellos en busca de lugares apartados y aun sin “estropear”por la afluencia masiva de turistas.
También habría que resaltar que con un poco de suerte uno tiene rincones verdaderamente interesantes para fotografiar.
Info sobre Valli: Valli´s non smoking homestay. Direccion: 6th alley off Enqelab e Eslami st. House 277 vali32@imamreza.net
El Camino del Norte. Nueva guía de Bici:map (y sorteo)
-
Llevar una guía de Bici:map es como llevar en el bolsillo a esa colega que
conoce los rincones más interesantes […]
The post El Camino del Norte. Nueva g...
Hace 5 años